1.11.06

palabras : MTV, Miami y cinco lorchos paseando por Ocean Drive

Crónica sobre la estadía de TK en Miami para los premios MTV Video Music Awards Latinoamérica 2003

Si no fuera por que cada vez que subes al escenario mágicamente te llenas de energía hace más de 6 meses estaríamos internados en algún hospital.

Son pocas las veces en que es reconfortante el saber que las próximas cinco horas vas a estar encerrado en un avión… Es Lunes, 3am, hace más de tres días que no descansamos ni dormimos bien. Viernes 9pm, concierto en la Universidad de Lima. Sábado 6am, bus hacia Huancayo; Sábado 9pm, concierto en el colegio Claretiano de… adivinaron… Huancayo!; Domingo seis de la mañana, bus que no nos llevaría sino mas bien nos “depositaria” en Lima; Domingo o... ¿Lunes? Medianoche, Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.

Listo, maletas y equipos en la bodega del avión… “Todos con sus boarding pass en la mano por favor”. Más de una hora de espera y por fin puedes subir al avión, por lo menos nos tocó el del las pantallitas personales. “Por favor asegure su cinturón y coloque su asiento en posición vertical, le agradecemos no desabrochar su cinturón hasta que la señal se apague pues podemos experimentar cierta turbulencia”. ¿Les comente que le tengo pánico a los aviones y a los buses? Gracias a Dios lo único que recuerdo es eso, me desperté en Miami… God bless America…

Después de un día entero dedicado a recoger el carro, e instalarnos en el hotel y a duras penas recoger unos instrumentos de una tienda, quisimos dormir. Que pena que estemos en Miami donde quedarse en la camita mientras medio Latinoamérica esta afuera divirtiéndose no es lo mejor que puedes hacer. Eso si, lo de medio Latinoamérica es completamente cierto, a veces me parece que en Miami el Tío Sam ha sido reemplazado por una especie de Ekeko que tiene mucho de “latino” y muy poco de “America” (in english of course). En fin... salimos a dar una vueltita.

Martes, día de medios. Arrancamos temprano en Radio Univision da ahí a Telemundo tres programas, luego televisión boliviana y se fue la mañana. Dos de la tarde por fin un descanso, a dormir aunque sea un par de horas. Nada... entrevista con El Comercio. Luego medio dormidos un almuerzo “al toque no más” y una entrevista en canal 41. Listo. ¿Listo que? Listo ahora tenemos que ir tocar. I/O Loungue se llama el local, todo perfecto. Al menos eso parecía…

Si un martes de llovizna Perú estuviera jugando la final de la copa América y al mismo timepo nosotros estuvieramos tocando, ¿qué verías? Bueno.. cambiemos a Perú por los Marilins de Miami jugando la serie mundial y la llovizna “torrencial” de Lima por un verdadero aguacero gringo y ya está! El concierto no salió nada mal pero comprobamos que la gente quiere más a los Marilins que a nosotros.

Por  lo menos logramos seis horas seguidas de sueño, día de Miércoles. Reuniones y más reuniones. Primero con la gente de MTV con almuerzo incluido, mucha buena onda acompañada por unos sanguchitos bien “lights”... gracias muchachos. De regreso al hotel y ¡playa! ¡No! Reunión con Ascap el equivalente honesto de Apdayc. Felizmente solo fueron algunos, otros se quedaron tratar de recuperar algunas de las 59 horas de sueño que nos faltaban, otros preferimos recuperar esas horas en Lima y aprovechar que estamos en Miami, ¡playa! Dos horitas fueron suficientes para sacarnos el clavo, regresaron de la reunión con invitaciones para un showcase en la noche. Salimos de inmediato para una nota con Cinescape. De regreso al hotel por enésima vez en el día para ir a dejar nuestro sonidista al aeropuerto. Ahora si, nos vamos al showcase –“Pero nos regresamos temprano, ¿ya?– Regresamos a eso de las tres de la madrugada –“Duerman que a las nueve nos vamos a hacer la segunda parte de la nota con Cinescape”- ¡Hi Cinescape!

Hoy es el gran día. Después de un desayuno-entrevista con la gente de Cinescape nos dimos otra pasadita por MTV a recoger las invitaciones. Ahora al teatro a hacer una nota para MTV. Ok, ahora unas compritas para ir a la ceremonia y de vuelta al hotel.

Todos bien bañaditos, cambiaditos y peinaditos para la ceremonia... antes en rock no era así, bastaba con hacer buenas música. ¡Nada de limosinas! La idea original era llegar en bicicleta pero a ver pues, consigue una bici con el tiempo libre que hemos tenido. Bajamos de la camioneta, demasiados flashes, demasiados fotógrafos –“¡Hey chicos por aquí!” “¡Una sonrisa!” “¡Acá a esta cámara!”– sigamos caminando por alfombra, púrpura por cierto, ¿ahora qué toca? Asu! Demasiado reporteros, demasiadas cámaras -“¡Hey chicos por aquí!” “¿Listos para hoy?” “¡Acá a esta cámara!”-  y seguimos, unos cuantos “holas” y “que tales” para encontrarnos más tarde y para adentro, invitación en mano y a tu lugar. “¡Por favor señores, todos a sus lugares! ¡Un minuto para salir al aire!”. Una ceremonia espectacular.

-¿Oye eso que salió en la pantalla significa que ganamos, no?

- Sí. Cállate déjame ver a Cerati.

-Ah ya... ¿Y ahora?

Una rueda de prensa con mas flashes y cámaras que a la entrada, solo que ahora teníamos una lengüita con que posar. ¡Gracias Perú!

Un afterparty genial y un after-afterparty, con mansión MTV y todos los ganadores incluidos, aún más espectacular. En el primero asimilamos el premio y terminamos de entender que había pasado. En el segundo festejamos, festejamos y festejamos. Después de poco más de un año trabajando como burros para llegar a donde estamos, nos sentíamos con derecho de dejar Miami sin whisky ni red bull. Y créanme, nos faltó poco.

Es raro que te despiertes con la cámara de Panorama filmándote y menos si has llegado al hotel a las ocho de la mañana después de haber estado en la fiesta más grande de tu vida con TODOS, en mayúsculas porque estaban TODOS. Eran las dos de la tarde... creo, tuvimos diez minutos para cambiarnos y bajar a hacer notas con Cuarto Poder y Panorama, y bueno ya habrán visto los reportajes y las caras con que salimos. El trabajo no para, tuvimos tiempo exacto para tomarnos una coca cola reponedora y ya teníamos reunión, una distribuidora, editar nuestro CD en USA suena interesante. No almorzamos, ¿tú hubieras podido? Otra reunión más, productor para nuestro nuevo disco, todo perfecto. Por fin nos animamos o mejor dicho, nos atrevimos a comer en la noche y tuvimos la osadía de salir a hacer un pequeño tour por las discotecas, algunos desertaron a la mitad del tour. Mañana día libre.

Nuestro día libre transcurrió en el mall; aunque algunos decidieron ir a la playa. No sabían que iba a llover y que el sol se iba a quedar en cama. La pasamos metidos en las tiendas de música como buenos peruanos tratando de conseguir equipos buenos, bonitos y baratos. Lamentablemente los buenos, son bien bonitos pero nada baratos. De regreso al hotel, salimos a dar la ultima vuelta a ver si encontrábamos alguito más. Maletas hechas todo guardado de regreso a nuestro Perú.

Con el bolsillo vació pero lleno de recuerdos de un viaje inolvidable y una lengua con la que basta para saber que todos los sacrificios hechos han tenido una razón, pisamos Lima el domingo a las seis de la mañana. Tuvimos una conferencia de prensa al medio día y un concierto a las seis de la tarde. Si no fuera por que cada vez que subes al escenario mágicamente te llenas de energía hace más de 6 meses estaríamos internados en algún hospital.